LOCALIZACION

Huesa es una localidad de la provincia de Jaén perteneciente a la Comarca del Alto Guadalquivir y que forma parte del partido judicial de Cazorla. Está a una distancia de 103 km. de la capital y a una altitud de 655 metros. Tiene una superficie de 137 kilómetros cuadrados. Su gentilicio es “hueseño”, “huesense” y “osense”. Su población ronda los 2.700 habitantes. Limita al norte y al oeste con Quesada, al este con Hinojares y Pozo Alcón y con la provincia de Granada al sur.
Huesa es un pueblo adecuado para viajeros curiosos e inquietos que quieran disfrutar de la belleza de un luminoso paisaje distinto a lo común de estas tierras jiennenes, por su emplazamiento y por su "decorado".
Una parte de su término municipal, la que coincide con el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, tiene un relieve muy escabroso, con barrancos, montañas y pinares. Otra, que coincide con el Valle del río Guadiana Menor, es de orografía más suave y es más aprovechable para el cultivo del olivo, el cual es su principal actividad económica junto a la ganadería y la actividad forestal. En esta zona nos encontramos también con terrenos para el pasto, tomillo y grandes extensiones de esparto. Este valle, visto desde cualquier altozano es como un oasis verde y si nos decidimos a adentrarnos en él, atravesando el llamando "Puente de la Risa", podemos ver el contraste entre las fértiles tierras regadas y las colinas y ramblas secas que se divisan al lado.
La localidad está presidida por la magestuosa sierra de “El Caballo” formado ambos una imagen característica e inconfundible de la provincia de Jaén, junto al pintoresco paraje de “Los Picos del Guadiana”. Este último se trata de un monumento natural, una cornisa caliza llena de picachos que se eleva sobre el valle como si fuese un gigantesco dinosaurio. Se trata de un lugar de gran interés geomorfológico donde se observan sus estratos verticales.
En su término municipal nos encontraremos con tres aldeas: Cerrillo, Ceal y Cortijo Nuevo y con otros tres núcleos de población menor: Caniles, Arroyo Molinos y Los Cortijillos.
Ceal, es una aldea de Huesa situada a diez kilómetros por la carretera de Hinojares. Sus escasos habitantes se dedican a la agricultura y a la ganadería, cultivando las vegas del Ceal y del Guadiana Menor. En sus cercanías se encuentra el yacimiento ibérico de Castellones de Ceal.
Arroyo Molinos es una aldea cercana a Ceal, dividida entre los pueblos de Huesa e Hinojares por el río de la Canal. Las referencias más antiguas de Arroyo Molinos se remontan al siglo XVII y pronto superó a Ceal en importancia y en población dada su posición en el camino histórico. A mediados del XIX, la mayor parte de su población se dedicaba a la arriería y había iglesia parroquial, escuela, tres posadas, tres molinos harineros y una fábrica de vidrio. En los alrededores de la aldea, se conservan las ruinas de esta fábrica de vidrio. En la actualidad está despoblada.
Huesa es un pueblo adecuado para viajeros curiosos e inquietos que quieran disfrutar de la belleza de un luminoso paisaje distinto a lo común de estas tierras jiennenes, por su emplazamiento y por su "decorado".
Una parte de su término municipal, la que coincide con el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, tiene un relieve muy escabroso, con barrancos, montañas y pinares. Otra, que coincide con el Valle del río Guadiana Menor, es de orografía más suave y es más aprovechable para el cultivo del olivo, el cual es su principal actividad económica junto a la ganadería y la actividad forestal. En esta zona nos encontramos también con terrenos para el pasto, tomillo y grandes extensiones de esparto. Este valle, visto desde cualquier altozano es como un oasis verde y si nos decidimos a adentrarnos en él, atravesando el llamando "Puente de la Risa", podemos ver el contraste entre las fértiles tierras regadas y las colinas y ramblas secas que se divisan al lado.
La localidad está presidida por la magestuosa sierra de “El Caballo” formado ambos una imagen característica e inconfundible de la provincia de Jaén, junto al pintoresco paraje de “Los Picos del Guadiana”. Este último se trata de un monumento natural, una cornisa caliza llena de picachos que se eleva sobre el valle como si fuese un gigantesco dinosaurio. Se trata de un lugar de gran interés geomorfológico donde se observan sus estratos verticales.
En su término municipal nos encontraremos con tres aldeas: Cerrillo, Ceal y Cortijo Nuevo y con otros tres núcleos de población menor: Caniles, Arroyo Molinos y Los Cortijillos.
Ceal, es una aldea de Huesa situada a diez kilómetros por la carretera de Hinojares. Sus escasos habitantes se dedican a la agricultura y a la ganadería, cultivando las vegas del Ceal y del Guadiana Menor. En sus cercanías se encuentra el yacimiento ibérico de Castellones de Ceal.
Arroyo Molinos es una aldea cercana a Ceal, dividida entre los pueblos de Huesa e Hinojares por el río de la Canal. Las referencias más antiguas de Arroyo Molinos se remontan al siglo XVII y pronto superó a Ceal en importancia y en población dada su posición en el camino histórico. A mediados del XIX, la mayor parte de su población se dedicaba a la arriería y había iglesia parroquial, escuela, tres posadas, tres molinos harineros y una fábrica de vidrio. En los alrededores de la aldea, se conservan las ruinas de esta fábrica de vidrio. En la actualidad está despoblada.
Cortijo Nuevo Ceal El Cerrillo.
Vistas diferentes de la Sierra de "El Caballo"
Vega del Guadiana Vega de Ceal Río Guadiana Menor
Vistas diferentes de los "Picos de El Guadiana"
Calle de "Los Moros" Barranco de "El lobo" Castellones de Ceal
Cerradilla de "La Veleta" Erosiones junto al Guadiana Menor
PATRIMONIO

Destaca la Iglesia Parroquial de “Nuestra Señora de la Cabeza”, edificio del siglo XVIII y más representativo de la localidad, el cual se encuentra enclavado en la parte alta del pueblo. En el mismo lugar parece que existía una pequeña capilla gótica, que ya ha desaparecido y que se encuadra en el siglo XV. Es de base cuadrada y tiene una sola torre que se puede visualizar desde cualquier lugar de la población. Se conservan dentro de ella la imágenes de la Titular "Virgen de la Cabeza" , Jesús Nazareno (siglo XVIII) considerada la más valiosa, Virgen del Carmen y San Silvestre, Patrón de Huesa. Ha sufrido diferentes remodelaciones a lo largo de su historia, la principal la construcción de una Capilla anexa.
FIESTAS

San Silvestre.
Fiesta que despide el año el día 31 de diciembre y que comienza la noche anterior con la quema de los “Castillos del Santo”: grandes hogueras que se levantan en la plaza de la Iglesia. Se realiza un sorteo por medio del cual se adjudican los tradicionales “cargos” (Capitán, Abanderado y Guinche) los cuales tienen la obligación de organizar una fiesta en sus domicilios y de vestir los trajes propios de cada uno, inspirados en los uniformes de gala del ejército del siglo XVIII. Acompañan a San Silvestre en su procesión y cuando termina ésta el Abanderado realiza el tradicional “Baile de la Bandera”, donde demuestra sus habilidades en el manejo de la tela y el mástil, invitando a los presentes a que prueben ese cometido. Era costumbre antigua (suspendida actualmente por el peligro que supone para los asistentes) el que cada cargo fuese acompañado de trabuqueros, que hacían descargas durante la procesión. Se ofrecen al santo unos grandísimos “Roscos de Baño Blanco" donados por el pueblo. Se subastan al día siguiente (1 de enero) siendo los beneficios destinados a la Parroquia.
Fiesta que despide el año el día 31 de diciembre y que comienza la noche anterior con la quema de los “Castillos del Santo”: grandes hogueras que se levantan en la plaza de la Iglesia. Se realiza un sorteo por medio del cual se adjudican los tradicionales “cargos” (Capitán, Abanderado y Guinche) los cuales tienen la obligación de organizar una fiesta en sus domicilios y de vestir los trajes propios de cada uno, inspirados en los uniformes de gala del ejército del siglo XVIII. Acompañan a San Silvestre en su procesión y cuando termina ésta el Abanderado realiza el tradicional “Baile de la Bandera”, donde demuestra sus habilidades en el manejo de la tela y el mástil, invitando a los presentes a que prueben ese cometido. Era costumbre antigua (suspendida actualmente por el peligro que supone para los asistentes) el que cada cargo fuese acompañado de trabuqueros, que hacían descargas durante la procesión. Se ofrecen al santo unos grandísimos “Roscos de Baño Blanco" donados por el pueblo. Se subastan al día siguiente (1 de enero) siendo los beneficios destinados a la Parroquia.

San Marcos.
Se celebra el 25 de abril con una misa y la tradicional entrega de las “Tortas del Santo” entre los vecinos, las cuales son donadas por el Ayuntamiento y hechas por las vecinas en las diferentes panaderías del pueblo. A continuación se organiza una procesión hasta “El Cerro”, lugar desde donde se bendicen los campos. Finaliza la celebración con la quema de “Castillos de Leña” en la plaza de la Parroquia, aunque ya estea actividad es en honor a la Virgen de la Cabeza, Patrona de Huesa y cuya festividad se celebra el día siguiente.

Fiestas en honor de la Virgen de la Cabeza.
Esta festividad se celebra el día 26 de abril y tiene dos partes, una durante el día y durante la noche anterior. Al amanecer se celebra la Santa Misa en honor a la Patrona., a continuación una Procesiór las principales calles de la localidad y la noche anterior se encienden hogueras en la Plaza de la Parroquia y se degusta una bebida denominada “cuerva” y hecha a base de vino, azúcar y fruta, con la que el Ayuntamiento obsequia a los asistentes.
Esta festividad se celebra el día 26 de abril y tiene dos partes, una durante el día y durante la noche anterior. Al amanecer se celebra la Santa Misa en honor a la Patrona., a continuación una Procesiór las principales calles de la localidad y la noche anterior se encienden hogueras en la Plaza de la Parroquia y se degusta una bebida denominada “cuerva” y hecha a base de vino, azúcar y fruta, con la que el Ayuntamiento obsequia a los asistentes.

Romería en Caniles en honor a la Virgen de Tíscar.
Se celebra el primer domingo del mes de junio en la aldea de Caniles, hasta donde se camina en Procesión con la venerada Imagen, disfrutando de una jornada de campo

Semana Santa.
Se procesiona por la calles de la localidad la imagen de Jesús de Nazareno, Virgen de los Dolores, Cristo de los Jóvenes, "Amarrado a la Columna" y Santo Entierro.

Fiestas oficiales de la localidad.
Hasta el 2012 se celebraron durante los primeros días de septiembre. Desde el año 2013 se trasladan a mediados de agosto. Típico festejo con atracciones de feria, casetas, actos deportivos, culturales, verbenas y otras actividades variadas.

Carnaval.
Hay que destacar esta fiesta por el impulso que está teniendo en los últimos años. Multitud de disfraces de mayores y pequeños llenan de colorido y alegría la localidad el último fin de semana antes de miércoles de ceniza. Esta festividad tiene su continuidad la tarde del lunes siguiente en el Colegio, donde en colaboración con la A.M.P.A. “San Silvestre” y el Ayuntamiento, se realiza un desfile de disfraces, se entregan premios a los más originales y se reparte chocolate y magdalenas o tortas a toda Comunidad Educativa, disfrutando de una jornada de convivencia.
Hay que destacar esta fiesta por el impulso que está teniendo en los últimos años. Multitud de disfraces de mayores y pequeños llenan de colorido y alegría la localidad el último fin de semana antes de miércoles de ceniza. Esta festividad tiene su continuidad la tarde del lunes siguiente en el Colegio, donde en colaboración con la A.M.P.A. “San Silvestre” y el Ayuntamiento, se realiza un desfile de disfraces, se entregan premios a los más originales y se reparte chocolate y magdalenas o tortas a toda Comunidad Educativa, disfrutando de una jornada de convivencia.

Corpus.
Fiesta que cada año va a más y en la que los vecinos realizan altares y engalanan las calles, ventanas y balcones para ensalzar el paso de la “Custodia” y los niños que han hecho su Primera Comunión.
GASTRONOMIA
Embutidos Gachas
Migas. Roscos de sartén
Talarines Arroz
RESEÑA HISTÓRICA
El término municipal de Huesa se halla al sur del Pico del Caballo (1.400 metros de altitud), ocupado casi totalmente por la Depresión del Guadiana Menor. Aprovechando los recursos de la vega fluvial del Guadiana Menor están atestiguados diversos asentamientos humanos en el término de Huesa.
Desde tiempos de la Edad del Bronce, la zona del Guadiana Menor estuvo poblada por comunidades que aprovechaban la fertilidad de la vega.
En cerro Negro, situado a unos cinco kilómetros al suroeste de Huesa, hay restos de un asentamiento de esta época en cuatro terrazas escalonadas.
La importancia de este territorio en la época ibérica (siglo IV antes de Cristo) se pone de manifiesto con el oppidum de Castellones de Ceal, situado en el límite del término de Huesa e Hinojares.
En la etapa ibérica, este territorio jugó un importante papel, al convertirse en uno de los lugares de paso del tránsito de mercancías entre las altiplanicies granadinas con el Alto Guadalquivir, particularmente de cerámica griega.
En la etapa romana se produjo una transformación de su paisaje agrario con la proliferación de explotaciones agropecuarias.
Durante la época islámica, Huesa estuvo muy unida a Tiscar y Belerda. Según el historiador árabe Ibn Hayyan las tres fueron atacadas y destruidas en el siglo IX por las tropas del emir 'Abd Allah. Pero poco después vuelven a repoblarse y siglos después serían los últimos enclaves en manos musulmanas de la sierra. Tras la conquista en 1231 por el obispo Ximénez de Rada de Quesada y Cazorla, los núcleos de Huesa, Tiscar y Belarda, se mantuvieron independientes bajo la dirección de Mohammed Handon. En 1275, aún sin conquistar, Alfonso X las cedió a Ubeda, quedando como un islote de realengo dentro del Adelantamiento. Esta situación se solventó cuando Alfonso XI entregó Quesada al Concejo de Ubeda en 1331.
Durante la ocupación islámica el emplazamiento de Huesa se situaba al pie de un impresionante farallón entre los 800 y los 900 m. de altura. Se han estudiado los restos de la fortaleza de Huesa al pie de dicho farallón, que hoy llaman la calle de los Moros, y que se protegía con las propias peñas naturales y con una doble muralla que se remonta al siglo XI.
Tras la conquista definitiva de Granada, el núcleo de Huesa entró en una etapa de consolidación, trasladándose su población a la llanura próxima, su actual emplazamiento.
Varias veces cambió todavía Huesa de manos, ya que, en 1436, tuvo que ser conquistada de nuevo por Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, y de nuevo, en 1455, por Francisco de la Cueva. Esta conquista definitiva significó la concesión del título de condado de Huesa por el rey Enrique IV. Por otra parte, después de la conquista y desaparición del reino de Granada, Huesa inició un proceso de estabilización y repoblación, dependiendo del término municipal de Quesada hasta 1847. Pascual Madoz informa, por aquellos años, de la existencia de un manantial de agua sulfurosa fría, que se utilizaba para usos particulares.
Desde tiempos de la Edad del Bronce, la zona del Guadiana Menor estuvo poblada por comunidades que aprovechaban la fertilidad de la vega.
En cerro Negro, situado a unos cinco kilómetros al suroeste de Huesa, hay restos de un asentamiento de esta época en cuatro terrazas escalonadas.
La importancia de este territorio en la época ibérica (siglo IV antes de Cristo) se pone de manifiesto con el oppidum de Castellones de Ceal, situado en el límite del término de Huesa e Hinojares.
En la etapa ibérica, este territorio jugó un importante papel, al convertirse en uno de los lugares de paso del tránsito de mercancías entre las altiplanicies granadinas con el Alto Guadalquivir, particularmente de cerámica griega.
En la etapa romana se produjo una transformación de su paisaje agrario con la proliferación de explotaciones agropecuarias.
Durante la época islámica, Huesa estuvo muy unida a Tiscar y Belerda. Según el historiador árabe Ibn Hayyan las tres fueron atacadas y destruidas en el siglo IX por las tropas del emir 'Abd Allah. Pero poco después vuelven a repoblarse y siglos después serían los últimos enclaves en manos musulmanas de la sierra. Tras la conquista en 1231 por el obispo Ximénez de Rada de Quesada y Cazorla, los núcleos de Huesa, Tiscar y Belarda, se mantuvieron independientes bajo la dirección de Mohammed Handon. En 1275, aún sin conquistar, Alfonso X las cedió a Ubeda, quedando como un islote de realengo dentro del Adelantamiento. Esta situación se solventó cuando Alfonso XI entregó Quesada al Concejo de Ubeda en 1331.
Durante la ocupación islámica el emplazamiento de Huesa se situaba al pie de un impresionante farallón entre los 800 y los 900 m. de altura. Se han estudiado los restos de la fortaleza de Huesa al pie de dicho farallón, que hoy llaman la calle de los Moros, y que se protegía con las propias peñas naturales y con una doble muralla que se remonta al siglo XI.
Tras la conquista definitiva de Granada, el núcleo de Huesa entró en una etapa de consolidación, trasladándose su población a la llanura próxima, su actual emplazamiento.
Varias veces cambió todavía Huesa de manos, ya que, en 1436, tuvo que ser conquistada de nuevo por Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, y de nuevo, en 1455, por Francisco de la Cueva. Esta conquista definitiva significó la concesión del título de condado de Huesa por el rey Enrique IV. Por otra parte, después de la conquista y desaparición del reino de Granada, Huesa inició un proceso de estabilización y repoblación, dependiendo del término municipal de Quesada hasta 1847. Pascual Madoz informa, por aquellos años, de la existencia de un manantial de agua sulfurosa fría, que se utilizaba para usos particulares.
Castellones de Ceal Olivar de Brazo Fuerte
Restos muralla defensiva Aljibe abastecimiento asentamiento islámico
Vega del Guadiana Menor. Callejón de Los Moros
Puente de La Risa Picos del Guadiana